I. Pedro Figari en hipertexto

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 una individualidad argentina, fuerte y apta para realizaciones típicas: esta es mi opinión. una individualidad argentina, fuerte y apta para realizaciones típicas: esta es mi opinión.
  
-2º. Determinar las características de la sensibilidad y la mentalidad argentinas, resulta tanto más arduo cuanto que este pueblo no es ni puede ser homogéneo, dadas las condiciones geográficas del vastísimo y variado territorio que ocupa, dada su composición étnica, varia también, así como la forma irregular de su distribudón. No basta la igualdad institucional para realizar la homogeneidad de un pueblo.+2º. Determinar las características de la sensibilidad y la mentalidad argentinas, resulta tanto más arduo cuanto que este pueblo no es ni puede ser homogéneo, dadas las condiciones geográficas del vastísimo y variado territorio que ocupa, dada su composición étnica, varia también, así como la forma irregular de su distribución. No basta la igualdad institucional para realizar la homogeneidad de un pueblo.
  
 Si se tomase región por región, podría sí establecerse lo que hay de común y de diferencial, y se llegaría así a conclusiones de alto interés, siempre instructivas y conducentes. Para indagar las características aludidas, habría que tomar a la Provincia Si se tomase región por región, podría sí establecerse lo que hay de común y de diferencial, y se llegaría así a conclusiones de alto interés, siempre instructivas y conducentes. Para indagar las características aludidas, habría que tomar a la Provincia
 de Buenos Aires, la que, por contener a la urbe máxima, ejerce una gran influencia sobre las demás por irradiación. Se comprenderá que no pretendo, -y mucho menos apremiado como estoy por el tiempo y por el espacio, ambos breves, que exige la encuesta,- resolver este punto. Sólo me permito dar someramente una impresión, la mía, a este respecto. de Buenos Aires, la que, por contener a la urbe máxima, ejerce una gran influencia sobre las demás por irradiación. Se comprenderá que no pretendo, -y mucho menos apremiado como estoy por el tiempo y por el espacio, ambos breves, que exige la encuesta,- resolver este punto. Sólo me permito dar someramente una impresión, la mía, a este respecto.
  
-Sobre la base colonial, constitutiva del núcleo postcolombiano destinado a perdurar, apareció el hijo del colono: "el criollo", con espíritu propio. Influído por dos civilizaciones: la autóctona y la europea, y formado en un medio soberanamente rico, en un territorio quimérico, se diría: tal es la variedad de sus aspectos, su extensión, sus exuberancias, sus ciclos inverosímiles, profundos y diáfanos, amplísimos; colocado+Sobre la base colonial, constitutiva del núcleo postcolombiano destinado a perdurar, apareció el hijo del colono: "el criollo", con espíritu propio. Influído por dos civilizaciones: la autóctona y la europea, y formado en un medio soberanamente rico, en un territorio quimérico, se diría: tal es la variedad de sus aspectos, su extensión, sus exuberancias, sus cielos inverosímiles, profundos y diáfanos, amplísimos; colocado
 así en este edén, aunque fuera un fruto de entrañas saturadas por civilizaciones ya mecanizadas, a fuerza de ser añosas, hubo de sentir tentaciones emancipatorias, como las sintió de inmediato, y tanto más cuanto que la raza dominante, la española, era cultora de idealismos caballerescos y aventureros. así en este edén, aunque fuera un fruto de entrañas saturadas por civilizaciones ya mecanizadas, a fuerza de ser añosas, hubo de sentir tentaciones emancipatorias, como las sintió de inmediato, y tanto más cuanto que la raza dominante, la española, era cultora de idealismos caballerescos y aventureros.
  
 Volcado el Viejo Mundo en estas tierras vírgenes, sus frutos participan de esa primicia, y así como plasmó al gaucho, -héroe con alma de niño,- plasmó al criollo urbano, similar, de alma fuerte y jovial, el uno y el otro igualmente apasionados de novedad, Volcado el Viejo Mundo en estas tierras vírgenes, sus frutos participan de esa primicia, y así como plasmó al gaucho, -héroe con alma de niño,- plasmó al criollo urbano, similar, de alma fuerte y jovial, el uno y el otro igualmente apasionados de novedad,
 de libertad. Si el criollo del campo, por su propio género de vida, se hizo concentrado y melancólico, tiene asimismo cierta predisposición latente a la chanza, apenas se reune; el de la ciudad, que pudo aventar sus melancolías, si las tuvo, deriva sus pujos de libertad. Si el criollo del campo, por su propio género de vida, se hizo concentrado y melancólico, tiene asimismo cierta predisposición latente a la chanza, apenas se reune; el de la ciudad, que pudo aventar sus melancolías, si las tuvo, deriva sus pujos
-combativos hacia la discusión y la broma. El uno y el otro son también propensos a la quimera y la aventura. El culto al valor está implícito; y si en el campo llevó frecuentemente a la pelea, en la ciudad se manifiesta de cien maneras. El desprendimiento y el culto de la hospitalidad es proverbial en este pueblo, tanto en la ciudad como en el campo. Me parece no haber duda acerca de que, en lo esencial,+combativos hacia la discusión y la broma. El uno y el otro son también propensos a la quimera y la aventura. El culto al valor está implícito; y si en el campo llevó frecuentemente a la pelea, en la ciudad se manifiesta de cien maneras. El desprendimiento y el culto de la hospitalidad es proverbial en este pueblo, tanto en la ciudad como en el campo. Me parece no haber duda acerca de que, en lo esencial, son congéneres espirituales el criollo de la ciudad y el del campo; sólo se diferencian porque actúan en distinto medio. 
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 +Estos rasgos de la ideología y de la ética argentinas, han predominado a pesar de las avalanchas migratorias incorporadas a su economía, -avalanchas que parecían destinadas a arrasar todo lo lugareño,- y habrán de imperar y acentuarse más y más así que la fusión de las razas se afiance más en el ambiente americano. Podría definirse al criollismo, como un tributo de incorporación que exige el ambiente de 
 +América para ampararse a la ley natural de adaptación, tributo de tal modo espontáneo en su consecución, que lo vemos pagar sonriendo a las razas más exóticas, apenas tocan estas tierras. 
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 +No cabe duda, pues, que nuestro rumbo lo señala el criollo: es autonomía, vale decir, eficiencia y dignidad. Mareados por la ola de una novedad que se ofrece todos los días al vivir pendientes de lo que ocurre en el mundo, sin detenernos a examinar el mundo nuestro, hemos descuidado nuestra propia tradición, los rioplatinos, con ser tan hermosa, con ser nuestro abolengo, nuestro título, nuestro pergamino honroso. Hemos descuidado nuestra epopeya, con ser gloriosa como la que más. Vivimos pasmados por 
 +los heroísmos exóticos, magnificados por la leyenda piadosa y exultante, en tanto que omitimos el culto de nuestros próceres, que no han hecho menos, por cierto. Pero, así que se apoye este pueblo en su propia base tradicional, para tomar contacto con el alma de la raza, buscando en ese sendero su mayor grdo de eficiencia, en calidad más bien que en poder, ya se verán perfilar netamente la sensibilidad y la mentalidad argentinas, cada día más, y cada vez más fecundas y promisoras. 
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 +Los caracteres distintivos de la una y la otra, podrían resumirse así: //sensorio//, de una receptividad extraordinaria; //mente//, de gran plasticidad asimilativa. Todo esto promete una soberbia eclosión de aptitudes, desde que se apliquen esas cualidades resueltamente a la obra natural de adaptación, que supone autonomía, deliberación, selección. Estos pueblos sudamericanos están en condiciones excepcionalmente ventajosas, por cuanto pueden, con libertad, utilizar las conquistas y recursos alcanzados penosamente por las viejas civilizaciones, y producir, desde luego, con 
 +gran intensidad. Para esto es preciso conocer a fondo el medio ambiente, y para conocerlo es menester una observación directa y libre. Todo esto es crear. Conviene estimular el esfuerzo autónomo; hay que fustigar la pereza del no-esfuerzo, que es el dejarse ir a son de camalote por las corrientes cómodas de los exotismos, casi siempre inconsultos. Hay que afrontar la misión de América, con firmeza.