I. Pedro Figari en hipertexto

Diferencias

Muestra las diferencias entre dos versiones de la página.

figari:otros_documentos:folle_-_pedro_figari_en_revista_nacional_a08_n91_jul_1945-2.pdf [2011/10/24 19:07]
arodriguez creado
figari:otros_documentos:folle_-_pedro_figari_en_revista_nacional_a08_n91_jul_1945-2.pdf [2019/07/25 07:48] (actual)
Línea 1: Línea 1:
  
  
-Folle Juanicó, Adolfo - {{:figari:otros_documentos:folle_-_pedro_figari_en_revista_nacional_a08_n91_jul_1945-2.pdf|"Pedro Figari"}}, en Revista Nacional, año 8, nº 91, julio de 1945, pp. 11-16.+Folle Juanicó, Adolfo - {{:figari:otros_documentos:folle_-_pedro_figari_en_revista_nacional_a08_n91_jul_1945-2.pdf|"Pedro Figari"}}, en [[http://www.periodicas.edu.uy/v2/minisites/revista-nacional/index.htm|Revista Nacional]], año 8, nº 91, julio de 1945, pp. 11-16.
 \\ \\
 \\ \\
 \\ \\
  
-**Pedro Figari** ((Estas bellas páginas constituyen el discurso pronunciado en la ceremonia inaugural de la exposición organizada por la Comisión Nacional de Bellas Artes de las obras del iluslre pintor, Don Pedro Figari, por el Dr. Don Adolfo Folle Juanicó, en el carácter que entonces investía de Ministro de Instrucción Pública.))+**PEDRO FIGARI** ((Estas bellas páginas constituyen el discurso pronunciado en la ceremonia inaugural de la exposición organizada por la Comisión Nacional de Bellas Artes de las obras del iluslre pintor, Don Pedro Figari, por el Dr. Don Adolfo Folle Juanicó, en el carácter que entonces investía de Ministro de Instrucción Pública.)) 
 +\\ 
 +\\ 
 + 
 +Hace ya algunos años, en una de nuestras playas montevideanas, ví llegar, avanzando por la orilla del mar, la noble figura de un venerable anciano. Tocada su cabeza ya encanecida por áspera gorra, de también encanecida y cuidada barba, apoyado en su bastón, marchaba él como encorvado, no por el peso de los años, sino por el peso de sus glorias. Tras de sus lentes, brillaba una mirada con reflejos de juventud espiritual; y su voz reposada, que se hacía oír, apenas llegaba a una carpa donde le rodeaban hijos y nietos, daba a su personalidad un aire de dignidad, y de prestancia patriarcal. Era Don Pedro [[http://figuras.liccom.edu.uy/figari:anexos:ibarbourou_-_figari_en_revista_nacional_a08_n91_jul_1945.pdf|Figari]]. 
 + 
 +Yo me acerqué muchas veces a aquella carpa, donde celebraba su tertulia veraniega y familiar, y llegué a convertirme en uno de los asiduos concurrentes a esas reuniones. 
 + 
 +Allí oí de sus labios: juicios, narraciones, descripciones de maravillosos salones de arte, disquisiciones sobre valores plásticos mundiales y sobre evoluciones de escuelas. Le oí hablar de todo, de todo, menos de una cosa: de sí mismo, de sus triunfos, de su consagración. De todo, menos de Pedro Figari, el creador de una escuela y de una religión en la pintura, cuyo maestro y cuyo pontífice era él mismo. 
 + 
 +Ese era el autor de esta maravillosa obra, toda movimiento, color y acción, que hoy nos rodea en este escenario excepcional. Era esa la figura de ese plástico genial de quien ya se ha apoderado América entera, como que en su territorio había nacido, ---y no importa limitado porqué fronteras. Su obra es parte del pago, y toda una ofrenda del Uruguay, a la cultura de nuestro continente. 
 + 
 +Difícilmente podrá darse en mi vida, una más íntima conjunción entre los deberes derivados de mi cargo, y los particulares impulsos de mi espíritu, como la que se registra en la tarde de hoy, 
 +en esta sala milagrosamente poblada de color y de ritmo, por una vieja mano de eterna juventud. 
 + 
 +En mi carácter de Ministro de Instrucción Pública, tributo homenaje en nombre del Gobierno que me ha distinguido con su representación, a uno de los valores preclaros de la cultura nacional. 
 + 
 +Y como ciudadano traigo a este acto de justicia, que ya tardaba demasiado en realizarse, la reverencia de quien ha recogido, en el esfuerzo genial de otro hombre, la emoción que depura y la belleza que exalta, para enriquecer la sensibilidad y el espíritu propios. 
 + 
 +No menos de treinta veces durante 24 años se abrieron las puertas de los grandes salones de arte de París, de Nueva York, de Buenos Aires, de Londres, de Bruselas, de Sevilla, de La Plata y Rosario, y de Los Ángeles para exponer al público, ávido de emoción estética, los cuadros de este gran pintor uruguayo; y hoy, bajo el patrocinio del Estado, la Comisión Nacional de Bellas Artes inaugura esta muestra, ---sin duda una de las más completas----, buscando con ello tributar al artista desaparecido en la cumbre de su fama, el homenaje que la cultura nacional y los Poderes Públicos debían al hombre que, como artista eximio, honró a su país en los escenarios de la plástica mundial 
 + 
 +Y aquí, como pasaron frente a sus telas cientos y miles de personas antes, seguirán desfilando ahora y después, por mucho tiempo, aquí o en otras partes, absortos los unos, curiosos los otros, pensativos éstos, indiferentes aquellos, fervorosos los de más allá; pero atraídos todos por el sortilegio de su pintura, fuente inagotable de inspiración, a la que se acercarán quienes tengan sed de arte y quieran saciarla debidamente. 
 + 
 +Y se seguirá oyendo, como tantas veces se ha oído, la crítica ligera y superficial, borroneando opiniones, y la crítica sapiente y seria, administrando justicia. Pero, ---cuántos serán los que, frente a este chisporroteo de colores que saltan de los enmarcados cartones que giran en remolinos de luz, ---y por el camino sereno de las pupilas se adentran en el alma hechos ritmo y alegría, tedio o pesadumbre, risa o dolor; ¿cuántos serán, repito, los que traten de develar el misterio psicológico de este hombre que al término de su vida se vió invadido de una nueva juventud? Juventud del arte, que estalla sin balbuceos, sin la incertidumbre de los primeros pasos, y se hace presente así, de improviso, y da a vivir a su actor una existencia nueva, de emociones distintas, de distintos triunfos; y que logra el milagro de que en la misma persona física, se cumpla el ciclo prodigioso de dos obras igualmente fecundas, e igualmente brillantes. 
 + 
 +Pintura la suya, que vale por sí misma, sin el andamiaje circunstancial o la consideración humana o literaria de sus figuras o paisajes protagonistas, ---así como la jerarquía de una obra musical se define por la calidad del lenguaje sonoro que le es propio, y no por las fuentes que la inspiran, por más nobles y plausibles que ellas sean. 
 + 
 +Aun considerando en todo su valor e importancia el antecedente impresionista de su modo expresivo; hay que reconocer en el idioma plástico de Figari la superior concreción original de una individualidad vigorosa que resuelve y ordena las grandes líneas y los sutiles matices de un estilo personal, diferenciado, e inconfundible. Él es, en el movimiento moderno, el que sincroniza con mayor sentido plástico nuestra realidad, pero esa realidad que no percibe el vulgo, si no la que por estar en él, ---sólo quien se aleja de sus formas, capta la densidad de su aureola, y el aire de su vitalidad. 
 + 
 +Su influencia, de este modo, es visible y su ejemplo dignificante. 
 + 
 +En su pintura, lo que nunca cesará de asombrarnos inmediatamente despnés de la actitud admirativa frente a su obra, es que ese estilo haya nacido de súbito, pleno, rotundo y decisivo; sin que antes su creador haya tenido necesidad de quemar las etapas de una ardua búsqueda y una larga ascención depuradora. 
 + 
 +Yo siento que cada uno de estos cuadros es una salida, una válvula de escape para el conflicto intelecto-emocional de aquel hombre que, nacido poco después del mediado de siglo, arrastró a través de casi 80 años un bagaje de recuerdos que impresionaron vivamente su infancia y su juventud, y que fueron, para su agitada vida de profesional, de político, de hombre de letras, de periodista, de jurisconsulto, de diplomático, como un remanso donde el espíritu lograba evadirse de la premura del presente, para adormecerse en el reparador descanso de la evocación del pasado. 
 + 
 +El arte de Figari nos recordará siempre al prodigio natural de la flor que esplende de pronto con recóndito ritmo, sabia simetría y deslumbrante color. 
 + 
 +Lo que primero nos llama eu la presencia de la flor es el color que la muestra a la atención de la mirada. Aquí está el color de Figari, «su» color, tendido a lo largo de estos muros. Es lo que primero nos recibe. De lejos, como un lujo primitivo; más cerca, como la sapiente contraposición de signficaciones primarias de la que emerge un sortilegio fresco y novedoso para la aguda sensibilidad de nuestro tiempo.  
 + 
 +Color que juega, en absoluta libertad, en los pollerones polícromos de sus negras, en las faldas patricias de sus chinas, y en las faldas grandilocuentes de la Colonia. Color que plasma seres, árboles, cosas y animales y que se derrama generoso en los campos tendidos sobre la soledad, y en los límpidos cielos donde transitan como solitarios ángeles, redimidos de su servidumbre luminosa, el sol y la luna tamizados por el tiempo antiguo. 
 + 
 +El color es el acento magistral en la obra de Figari. 
 + 
 +Y junto al color, destaco, el ritmo recóndito. Ese que crea en toda su vasta labor una profunda calidad dinámica, vibrante y enérgica, que parece nacer, del mismo color y luego trasmitirse a las danzarinas, a los cortejos, a los circos, a los ruedos, a las comparsas y a los hombres y los animales inmóviles, donde queda detenido; pero, latente; tiempo que corre y espacio que aguarda. 
 + 
 +Y es ese espacio que la flor entrega al gobierno de las leyes simétricas; la composición, que es en Figari, un aspecto natural y milagroso de su propio y natural milagro. Todo surge recreado en un ordenamiento simple y lógico. Ningún esfuerzo visible. Ningún torturado ángulo de enfoque. Nada denuncia el erudito ensayo de líneas, planos y perspectivas. Es la visión, cándida, límpida y directa con que el hombre se asomó, hace mucho tiempo, al espectáculo del mundo sin que los años que después vinieran le hayan facultado para descubrir visión de más real trascendencia para su pupila. 
 + 
 +Con un alma apta y feliz para el pasado, Figari debió seguir el ritmo de una época que hacía evolucionar rápidamente el medio social en que se movía. El nuevo siglo trajo consigo una etapa de la civilización desconocida hasta entonces. 
 + 
 +Un nuevo aspecto del vivir, afiebrado por la incidencia aguda de las conquistas científicas, de los problemas colectivos, de las crisis sociales, de los factores económicos. La Tierra sigue su marcha acompasada en el ritmo que el Universo ha marcado a su órbita; pero el pensamiento se desplaza, corre, se adelanta, va más allá de cuanto es conocido, y se hace chispa, y vibración, y vuelo, cumbre o abismo. 
 + 
 +Todo entra a girar en un torbellino de colores, de formas de formadas, donde la impresión y la intuición sustituyen a la observación reposada y meditativa. 
 + 
 +Ahí está el movimiento, el brillo, el fuego, la fiebre del torturado vivir, tentando a la paleta de colores que nunca quiso salir del reservado retiro del artista; y ahí está también, en el fondo de su alma, encendido a través de los años como una lámpara votiva, el tesoro de recuerdos de imágenes que eran también fuego, fiebre, pasión y ritmo que se encendían en los viejos patios coloniales, salpicados de sombras y perfumados de magnolias y de jazmines. 
 + 
 +Y así el presente y el pasado hallaron en el alma del artista, la ocasión donde fundirse, abrazados en el estremecimiento ancestral de un «Candombe» o en la luz fantasmal de esos cielos con lunas apresuradas, que parecen girar junto con el torbellino de la danza. 
 + 
 +Le hubiera sido fácil a Figari llevar a la evocación en sus telas, los aristocráticos y encumbrados ambientes en que hábía alternado. Pudo reproducir el París que lo acogía en su último viaje. Pudo buscar temas que agradaran a los «//nouveaux riches//» y que se abren fácilmente paso en los mercados. Pero no, prefirió desenterrar del olvidado cuadro de los deheredados, de los humildes, de los desconocidos, una época entera de la vida y costumbres del Río de la Plata, para dejárnosla como un documento de inestimable valor para la crónica histórica de aquélla. 
 + 
 +El abrió de par en par las puertas de los salones negros, de la sórdida vivienda de los esclavos y los hijos de esclavos, y al conjuro maravilloso de sus pinceles, encendió en ellos el movimiento, la luz y el color, y los trajo a la objetividad del presente para mostrarnos cómo hubo un reinado de la alegría honesta y sana en los más miserables y oscuros rincones de la ciudad. Rojo, amarillo, verde, naranja, azul, todos los colores menos uno danzando al compás de los tamboriles; todos menos uno, el blanco, al que no necesitaba, porque estaba allí impregnado en la sencillez y en la inocencia del alma negra, abierta en la lealtad de sus procederes y en la pureza de sus francas intenciones.  
 + 
 +Y tan grande, y tan íntima y tan bella es esa aleación del presente y del pasado, que el futuro la recogerá quizás, para mostrar cómo el Arte puede concretar en la inspiración de un hombre de 
 +genio, las emociones de un siglo del humano vivir. 
 + 
 +Si el destino supremo del arte, es como se ha dicho, colocar porciones de la vida al margen de la muerte, Don Pedro Figari, con sus pinceles urgidos por la certidumbre del próximo extinguirse, cumplió con ese designio superior. Con esfuerzo admirable levantó del olvido, que en la existencia del hombre es un comienzo del morir, el cuadro completo de una vida que huía y que él supo revivir como un sueño que se recuerda en la vigilia... 
 + 
 +Aquí está, íntegra, la retina de sus días jóvenes velada por la nostalgia de su madurez. Aquí está la imagen rotunda de la infancia, limada en sus ásperos contornos por la distancia que la separa del corazón que la evoca; pero conservando, como los tintes clásicos cuyo secreto se ha perdido, el júbilo festivo e intacto de sus colores. 
 + 
 +Esa es la obra imperecedera que hoy exponemos cumpliendo con los fines del Estado de fomento del Arte. No podrán disminuir los años, lo que no fué aminorado por la incomprensión o la indiferencia de los contemporáneos, por la duda de unos y por la ignorancia de otros. Por el contrario, el tiempo oficiará de cristal a través del cual se depurarán los conceptos, se apreciarán mejor los valores y se exaltará también mejor la fuerza de inspiración creadora de aquel maravilloso anciano que durante sesenta años guardó en el cofre secreto de su vocación, el preciado don que habría de llevarle a la inmortalidad. 
 + 
 +Y he ahí, volviendo al principio, cómo este acto tiene la significación de un doble y recíproco homenaje. 
 + 
 +Es, por un lado, el homenaje que el pueblo del Uruguay debía a la memoria inolvidable de aquel Pedro Figari, gran señor del arte, que deslumbró al mundo con su inspiración creadora de una escuela y de una modalidad pictórica hasta entonces desconocida e insospechada, y que el Gobierno, en nombre de ese pueblo a quien auténticamente representa, le tributa hoy, oficializando por primera vez, después de su muerte, una vasta exposición demostrativa de su genio artístico. 
 + 
 +Y por otro lado, es el homenaje que él, desde la hondura infinita del espacio, que sólo los espíritus superiores pueden volver a cruzar en un retorno de mágicas presencias, viene a tributarle a las generaciones de su patria; ---al entregarles, en un maravilloso haz de colores, por cuya escala se desenredan los recuerdos; la emoción estética, que se hace sonrisa en el gracioso danzón del patio negro, que es tragedia y color en el asesinato de Quiroga, que es meditación triste y profunda en la escena humilde del velorio pueblerino, que es pasión en el ritmo violento del candombe, que es tibia y perfumada serenidad en el pericón bailado bajo el dosel de oro de los naranjos en fruto, que es piedad en la sombra protectora del ombú gaucho, bajo el cual, epiloga la vida de un caballo acechado por repugnantes cuervos que se preparan al tétrico festín; que es placidez, en el deslizarse de esa carreta, conductora de trabajo y afán, en el final de la noche, mientras la luna recuesta sus últimos rayos en las blancas paredes del caserón; y que es fantasía, en fin, en el espectral concierto de los tamboriles lánguidos y de las lunas hiperbólicas... 
 + 
 +Señoras y Señores: 
 + 
 +Al agradecer en nombre del Uruguay, el aporte que a su cultura ofrece una vez más Figari desde la inmortalidad!, declaro inaugurada, en nombre del Presidente de la República, esta exposición de la obra, de quien tanto hizo por nuestra Patria, dentro y fuera de sus fronteras. 
 + 
 + 
 +                                              ADOLFO FOLLE JUANICÓ 
 + 
 +\\ 
 +\\ 
 +\\