“Un nuevo filón técnico representa á veces una honda transformación de la actividad general. El bronce, el hierro, la pólvora, el vapor, la electricidad, etc., han convulsionado las formas de acción, y podemos ver hoy mismo, que asistimos á una etapa tan fecunda en descubrimientos, por un lado, que todavía se utilizan los recursos más primitivos - en su faz práctica, que es la única destinada á perdurar - y, por el otro, que los nuevos descubrimientos se abren camino cada vez más fácilmente y operan cada vez más rápidas modificaciones en el modo de actuar y en el modo de vivir. Sólo el descubrimiento de la causa de las fermentaciones y el de las ondas hertzianas, en brevísimo tiempo han determinado un proceso admirable de aprovechamiento. Es cierto que sus proyecciones incalculables, apenas se vislumbran”.
Pedro Figari: Arte, estética, ideal (1912), p. 150