De Pablo De María, Montevideo, Octubre 5 de 1926. Preservada en el Archivo General de la Nación (AGN, Uruguay).
Pablo De María
Abogado
Colonia 1033
Montevideo, Octubre 5 de 1926
Sr. Dr. Pedro Figari. París.
Mi querido amigo:
He tenido el gusto de recibir la afectuosa carta de Ud, fecha 15 de Septiembre último.- La anterior a que Ud. se refiere nunca llegó a mi poder.
Los triunfos artísticos de Ud., triunfos consagrados por la crítica más autorizada, en centros de elevada cultura, me son gratísimos, porque soy un sincero amigo de Ud. y un decidido admirador de su talento, y porque siento naturalmente orgullo patriótico al ver que un compatriota que, enamorado de nuestro ambiente regional y tradicional, persigue con fe y tesón el ideal de traducirlo, perpetuarlo y magnificarlo, logra imponerse, como se ha impuesto Ud., conquistando renombre para sí mismo y para su país.
Me dice Ud. que mucho le gustaría poder darme un abrazo, ahí, en su taller de París, y ofrecerme un puchero criollo.- El gusto sería mutuo, pero desgraciadamente es imposible, porque yo he perdido en absoluto la esperanza de hacer un viaje a Europa.- En cuanto al puchero criollo, no puedo saborearlo ni en mi casa, porque tengo que alimentarme solamente con leche y verduras sin sal.
Yo trabajo todavía, por necesidad, pero dentro de poco tiempo ya no podré hacerlo, porque estoy viejo, achacoso y agotado.- La vista me flaquea, y así es que leo y escribo con dificultad.
Mi señora agradece y retribuye el saludo de Ud.- Lo mismo mi compañero el Dr. Amézaga.
Le agradezco, mi amigo, que, en medio de sus tareas, se haya acordado de mí, escribiéndome la interesante carta a que contesto.- Asegurándole que lo recuerdo siempre con afecto y que siempre me será muy agradable el recibir sus noticias, me subscribo de Ud. afmo. amigo y S. S.
Pablo De María
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